La tecnología evoluciona continuamente y los negocios también debemos hacerlo. Es el momento de dar el salto al online a través de la creación de nuestra marca digital.

Pero la digitalización no es pan comido. Se nos presentarán una serie de obstáculos (nuevos formatos, nuevas formas de relacionarnos con nuestros clientes, empleo de programas informáticos…) que harán tambalear nuestra imagen de marca si no sabemos cómo gestionarlos. Sin embargo, asumir riesgos siempre merece la pena. Internet nos reportará una lista interminable de beneficios si conseguimos entrar con buen pie.

A la hora de exportar nuestra marca tradicional al plano digital debemos comprobar primero que contamos con una base sólida de marca, de forma que, posteriormente, se pueda extraer de ella la marca 2.0.

Características de una buena imagen de marca

La primera impresión es la que cuenta. Es un hecho. Por eso es fundamental transmitir tu identidad en la primera toma de contacto de la manera más atractiva posible.

Es fundamental tener en claro los tres componentes que integran una imagen de marca: logo, diseño gráfico y componente psicológico. Este último permite crear un vínculo emocional con el cliente. Una combinación adecuada de los tres anteriores transmite correctamente los valores de marca. Como resultado, gozamos de la empatía de los consumidores y aumenta la fidelización de los clientes. Los valores de marca nos darán un empujón para alcanzar el objetivo final del branding: la diferenciación y posicionamiento dentro del sector.

Una imagen de marca que cumpla estos aspectos será la materia prima que emplearemos para obtener la marca digital.

Adaptaciones de la marca analógica a la marca digital

La imagen de marca analógica pasará por una serie de adaptaciones hasta considerarse apta para el terreno digital:

Revisión de los colores

Los colores de la marca pueden sufrir modificaciones en su transición del papel a la pantalla. En caso de que esto ocurra, se debe valorar si resultan aceptables o deberíamos revisar las tonalidades en busca de aquella que se ajuste mejor a la anterior. Puede parecer algo irrelevante, pero nada más lejos de la realidad. Nuestros clientes han asociado ese color a nuestra marca y un cambio en los colores podría confundirlos e incluso debilitar nuestro posicionamiento.

Modernización de la imagen

No queremos caer en una imagen anticuada, un riesgo que corren algunos negocios históricos y familiares. En la mayoría de los casos sus valores de marca giran en torno a la tradición, la experiencia, la familia…Son posicionamientos perfectamente válidos, sin embargo, tienen cierto peligro ya que podemos acomodarnos en la idea de que no necesitaremos nunca una actualización. Si llevamos sin revisar nuestra imagen de marca desde que se fundó el negocio deberíamos sacarle el polvo antes de introducirla en la red.

Elementos discordantes en redes sociales

En las plataformas sociales se debe comunicar una imagen concreta, con un tono comunicativo específico que debe mantenerse en el tiempo con el fin de construir un posicionamiento claro de la marca. Si somos divertidos pero nuestra imagen transmite cierta seriedad estaremos trasmitiendo una personalidad de marca un poco confusa.

A nuestro público debe quedarle bien claro quienes somos, así conseguiremos que se sientan identificados con nosotros. O adaptamos el estilo de comunicación que empleamos con el público o adaptamos la marca a nuestro mensaje.

Replantear la imagen actual

La marca digital abre las puertas a una nueva etapa del negocio. Se avecinan cambios, por lo que será el momento ideal de revisar si estamos contentos con la imagen actual, queremos cambiar pequeños detalles o, para los más atrevidos, darle un giro de 180 grados.

Una vez hemos pasado por este tipo de filtros, estamos preparados para empezar a crear nuestra marca digital.

Requisitos de una marca digital

Puede que sea la primera vez que te informes sobre transformación digital, que lo tengas en tus planes o bien que te encuentres ya manos a la obra.

En caso de que te identifiques con el tercer grupo: ¿Ya tienes un dominio en internet? ¿Un blog o una web? ¿Unas redes sociales en las que te mantienes activo? Si alguna de las preguntas anteriores ha recibido una negativa, sigue leyendo.

La idea de marca digital puede parecer algo difusa y presentarse compleja. Que no cunda el pánico. Si cumples estos 3 requisitos podemos asegurarte que vas por el buen camino:

Hacernos un nombre en Internet

El nombre de nuestra marca debe figurar tal cual en internet, de forma que nuestros clientes lo tengan fácil para identificarnos e interactuar con nosotros. Debemos utilizar el mismo nombre en todas las plataformas en las que estemos presentes, de lo contrario, nuestra imagen de marca se debilitará y nuestro público se sentirá un poco perdido.

Ponemos el énfasis en el nombre de dominio. Debería ser memorable, identificativo y fácil de escribir.

Ofrecer contenidos a través de un blog o una web corporativa

La web corporativa será nuestra carta de presentación: quiénes somos, qué hacemos, cómo lo hacemos. Responderá a este tipo de preguntas.

El blog será un medio para aumentar nuestra visibilidad, así como para demostrar al cliente lo que podemos ofrecer. No tenemos que rompernos demasiado la cabeza, con WordPress podemos crear sites con amplias posibilidades y además son autogestionables, lo que nos permite ser autónomos respecto a los contenidos que hay en nuestra web.

Gestionar las redes sociales activamente

Difunde tu identidad, crea contenidos interesantes, mantente en contacto con los usuarios…Y lo más importante, nunca dejes de hacerlo. La clave está en mantenernos actualizados, sin olvidar nuestra personalidad de marca. Plataformas como LinkedIn, Facebook, Twitter, Instagram y YouTube son el escaparate en el que deberías lucirte.

Al fin y al cabo, puede que la principal diferencia entre la marca analógica y la digital sea la naturaleza estática de la primera y la fluidez de la segunda.

Una vez hayas cumplido con todos estos pasos, habrás sentado los cimientos sobre los que construir tu marca digital. Si te detienes aquí todos tus esfuerzos habrán sido en vano. La marca digital se construye día a día.