Hoy, 24 de enero, se conmemora en todo el mundo el Día Internacional del Community Manager, y esto ocurre desde que en el año 2011 se decidió dedicar el cuarto lunes del mes de enero a esta figura, y es en su conmemoración por lo que se suceden en esta jornada -y en estos días - charlas, eventos, webinars, simposios y actos de todo tipo que explican, celebran, conmemoran o debaten alrededor de una de las profesiones más novedosas y de mayor proyección en un mercado cada vez más digitalizado.
¿Vale la pena, entonces, dedicarle algo de atención a esta gente en la jornada de hoy? En Pic Nic creemos que sí y por eso nos hemos puesto al lío!
¿Quiénes son los community managers?
Por definición, las y los community managers o profesionales del social media son aquellas personas encargadas de gestionar la interacción de una marca con sus clientes y seguidores por medio de las redes sociales.
Y si bien es cierto que eso lo puede hacer el primo de la cuñada del amigo de la infancia de la vecina de tu tía Toñita, a lo largo de la historia la cosa se ha ido profesionalizando muchísimo desde aquel lejano año 2004 en el que apareció Facebook o el también interesante año 2006 en el que vio la luz la red del pajarito, Twitter, por citar unos hitos concretos.
Interacciones, comentarios, métricas, publicaciones, copies, fotos, vídeos, lecturas, monitorizaciones, informes, informaciones, crisis de reputación... el día a día de un community no es nada fácil, contrariamente a lo que se piensan o imaginan las personas usuarias de redes sociales, y no todo el mundo puede serlo con la corrección y el tono necesarios.
No es lo mismo emborracharse de likes con unas fotos disfrutando del veranito en la playa que conseguir atraer y fidelizar a la audiencia potencial de una clínica dental. No, NO ES LO MISMO.
¿De dónde vienen los community managers?
En sentido estricto, las redes sociales existen desde las cavernas. La familia, las amistades, la caza, la recolección, los cuidados... son muchos los círculos sociales, con sus correspondientes intersecciones, que los seres humanos hemos ido conformando a lo largo de nuestra aún pequeña existencia sobre este planeta, y estas redes sociales las ha gestionado cada individuo como bien ha podido y sin necesidad de contratar a nadie para hacerlo en su lugar.
El origen de esta nueva profesión hay que ponerlo, pues, en relación con la aparición de las llamadas redes sociales online, esto es, una serie de aplicaciones web (en algunos casos progresivas) que permiten crear y gestionar comunidades digitales de intereses o gustos donde sus miembros pueden o no tener algún tipo de relación directa en el ámbito de sus diferentes comunidades offline, ya que el conocimiento personal físico no es necesidad ni exclusiva ni perentoria.
Y esto, entrando en el terreno publicitario, no lo ha cambiado todo, ciertamente, pero nos lo ha trastocado de arriba a abajo.
Lo cierto es que las nuevas posibilidades abiertas por estas aplicaciones han supuesto toda una oportunidad para unas empresas (e instituciones) ansiosas por conectar con su público o clientes potenciales y hacerles llegar, lo más directamente posible, su mensaje sobre su marca, sus productos, sus servicios, sus logros, sus políticas... ¡lo que sea!
El caso es que la bidireccionalidad ha venido para quedarse y, ante ello, las marcas han apostado, especialmente a partir del año 2008 y con unas redes sociales que evidenciaban ya una parte de su enorme capacidad de influencia posterior, por cubrir profesionalmente sus necesidades comunitarias online con la figura del Community Manager.
Ha sido entonces cuando han aparecido términos como social branding, humanización de la marca o engagement en los departamentos de marketing de las empresas y en los gabinetes de comunicación de las instituciones.
¿A dónde van los community managers?
La actual demanda de communities es tan abrumadora que se espera que, solamente en España y en los próximos tres años, contemos con unos 70.000 communities ejerciendo una profesión que camina, muy habitualmente, entre el mundo de las relaciones públicas y el de la publicidad.
Ah, y en los Estados Unidos pueden llegar a ganar unos 67.000 dólares al año... ¡o eso se dice! Pero, ante todo, mucha calma, communities, que seguramente se trata de un rumor malintencionado.
Por lo que parece, el futuro de la profesión está totalmente asegurado, pero han sido muchas las transformaciones en su entorno operativo a lo largo de los últimos años, y hablamos tanto de las transformaciones que han venido marcando los propietarios de las propias redes sociales, único vehículo comunicativo e interactivo de los CM, como de la progresiva implementación del teletrabajo y los procesos de especialización al modo en el que se construyen los cómics en USA: tú escribes, tú dibujas, tú entintas, tú coloreas.
Efectivamente, las redes sociales se han ido transformando en un espacio cada vez más condicionado por la publicidad, esto es, por las diferentes campañas de advertising de marcas e instituciones, lo que condiciona los alcances orgánicos hasta el punto de llegar a acercarse peligrosamente a cero si no se invierten ciertas cantidades monetarias en momentos concretos.
Esto ha provocado que la parte más emocional y humana del entorno, el que lo hace precisamente SOCIAL, se haya ido desplazando hacia fórmulas, textos e imágenes más propios de la publicidad tradicional offline. Y esto ha ocurrido ante nuestros ojos.
Por otra parte, la implantación progresiva de la calendarización de los contenidos y la especialización profesional han ido desplazando, poco a poco, a aquel primigenio community total que escribía, hacía las fotos, grababa los vídeos, editaba y atendía cualquier cuestión sin necesidad de más apoyo.
Hoy en día es muy habitual ver que las empresas cuentan con equipos, o ponen el conjunto de su comunicación digital en manos de una agencia o empresa de comunicación, conformados por profesionales de la fotografía, del diseño, de la videocreación, copywriters, responsables de campañas de ads y todo lo que sea necesario para llevar al mejor puerto su relación con el cliente y/o público.
Y esto también ha ocurrido ante nuestros ojos y es, quizás, la mejor muestra del futuro que les aguarda a estos profesionales y al marketing digital en su conjunto.