Nacen, crecen, se reproducen y mueren. Hablamos de las diferentes plataformas online que han ido apareciendo a lo largo de estas dos últimas décadas. ¿Quién recuerda ahora, o echa de menos, aquellas maravillosas y sorprendentes redes sociales llamadas Myspace, Netlog, Tuenti, Google+…etc? Bueno, algunas y algunos sí, por supuesto, porque fue en una o varias de ellas donde empezamos a hacer nuestros primeros pinitos social media, pero para las actuales generaciones sus nombres podrían no decirles mucho… o muy poco… ¡o nada de nada!
A principios de este año, el bloguero, periodista y activista Cory Doctorow publicó un artículo de amplísima redifusión a través de diferentes medios donde nos hablaba del “enshittification” de Tik Tok, expresión que podríamos traducir por “enmierdamiento” (sí, existe esta palabra), esto es, o bien el hecho de “irse a la mierda”, o bien el de “convertirse en mierda”, que es finalmente el sentido exacto de este hallazgo expresivo.
En este texto, donde realmente se hacía referencia a un conjunto más plural y diverso de herramientas, apps, motores o webs, se analiza el comportamiento de las plataformas una vez estas salen a bolsa, un devenir estandarizado que se inicia en el momento en el que se presentan como algo nuevo y bueno para sus usuarios y usuarias, continúa cuando comienzan a abusar de la paciencia de estos mismos usuarios/as buscando desesperadamente convertirse en una propuesta de valor para las marcas para, finalmente, terminar abusando de estas últimas con la intención de extraerles hasta el último centavo, céntimo, penique, criptomoneda o lo que sea venga.
Y esto, según Cory, conduce a todas esas plataformas a la muerte irremediable. Pero, ¿es esto cierto a tenor de nuestras experiencias pasadas?
En ocasiones veo muertos…
Tanto Google como Amazon o Meta han cumplido paso a paso este patrón, como bien sabemos, y Twitter y Tik Tok - y lo que venga - o ya se están sumando o se sumarán muy pronto a esto, pero lo cierto es que ninguna de estas plataformas ni ha muerto ni está en proceso de ello, y mucho menos por los motivos que se aducen: su extremo, asfixiante y cansino mercantilismo.
Podrán hastiar, sí, y hasta molestar de narices (por no escoger otro campo semántico), y hasta darnos ganas de desconectar un rato para ver una peli, serie o para dar un paseo, pero no nos descolgamos de ellas. Entonces, ¿qué les ha pasado a aquellas que ya no están entre nosotros/as? Hagamos un repasillo a algunas de las más recordadas…
Myspace, de pronta aparición allá por el lejano 2003, fue un sitio web intercomunicativo formado por perfiles personales de usuarios, los cuales accedían a música, videos, imágenes y blogs compartidos por otros perfiles.
Desaparecida en el año 2019, esta plataforma vivió sus días de grandeza muy focalizada en el mundo de las bandas y artistas musicales. Entonces, llegaron las BandPage de Facebook, sumadas a la sorprendente y desconcertante pérdida de todos los contenidos multimedia del canal en el año 2015 por una migración y… ¡hasta luego Lucas! Fue bonito mientras duró.
Tuenti, nacida como red social dirigida al público más adolescente, nos dejó como tal en el mes de septiembre del año 2017 después de 11 años de andadura, para convertirse en una marca de servicios de telecomunicaciones de bajo costo, propiedad de Telefónica. Su muerte como red llegó en cuanto las personas adultas se entrometieron entre sus usuarios/as, provocando la consiguiente fuga adolescente.
Netlog, la red social más comentada entre 2006 y 2009, también terminó acabando en el olvido de las muchas personas que se lanzaron a experimentar esta propuesta de origen belga que nos ofrecía la posibilidad de crear una especie de página web personalizada. Molaba mucho pero no aportó nada nuevo bajo el sol. En el 2014 se fusionó con Twoo y ya en 2015 pasó, definitivamente, a mejor vida.
Y llegamos a Google+, la gran apuesta del gigante tecnológico en su guerra a muerte contra Facebook (ahora Meta). Lanzado en 2011 y cerrado en 2018, Google llegó a convertir esta red en requisito obligatorio si querías tener un canal de Youtube o, simplemente, hacer comentarios en otros canales. Ni con esas. La gran novedad de los famosos círculos no fue suficiente tampoco y ahora descansa el sueño de los justos.
Adivina quién viene a cenar esta noche
Está claro que la irrupción de Tik Tok ha supuesto todo un golpe en la línea de flotación de los canales social media más asentados, pero no es menos cierto que la entrada de Elon Musk en Twitter está provocando más de un revolcón en el mundo del microblogging o nanoblogueo: partiendo del viejo debate sobre los límites de la libertad de expresión/opinión para, posterior y sibilinamente, recorrer a marchas forzadas los caminos de la monetización extrema, la nueva “Gerencia” de la casa está llevando a no pocos de sus usuarios y usuarios a otras redes sociales más abiertas, o menos censoras, o aún no tan mercantilizadas. Nombremos unas cuantas:
Mastodon, una red que es a Twitter lo que Linux a Windows, esto es, una alternativa que mantiene las características de la red del pajarito pero en open source, es probablemente de la que más se ha estado hablando este último medio año. Y se sigue!
Gab, Parler o GETTR son plataformas de microblogging creadas para “superar la censura” de lo políticamente correcto (o eso es lo que dicen), resultando muy parejas en dinámicas y tipología de contenidos a Thruth Social, la red social creada por el señor Donald Trump para escribir en ella lo que le dé la gana, que es lo que está haciendo Musk en Twitter, por otra parte…
Existen, además, redes sociales enfocadas en la monetización de los contenidos, como Minds y Streemit, y ya desde febrero de este mismo año, Artifact, una mezcla entre Twitter y Tik Tok que se han sacado de la manga los señores Kevin Syntrom y Mike Krieger, fundadores de Instagram. Ahí es nada!
El Desconocido
Y como suele ocurrir en tantas y tantas ocasiones, todo esto que os hemos contado no es indicativo para nada de lo que nos pueda aguardar en un futuro inmediato, porque no debemos descartar la posibilidad de que la red social más exitosa de cara al año 2025 aún no esté inventada, o esté dando sus primeros pasos en algún lado, o está en fase de construcción, o en fase de sueños… quién sabe.
Lo que tenemos muy clarito en una agencia como PicNic Ideas Felices es que, venga lo que venga, siempre estaremos donde la gente está, donde disfruta de sus contactos, comparte contenidos de su interés, experimenta, aprende, ama, odia, discute o, simplemente, se entretiene. Y todo eso, nuestros queridos amigos y amigas, podrá variar en su forma, pero nunca en su sustancia!