¿Qué es eso de escribir bien? Para empezar, tendríamos que decir que no se trata solo de emplear correctamente la ortografía y gramática, tan menospreciadas en no pocas ocasiones en el entorno digital, y muy especialmente en redes sociales, con la soltura precisa para cada idioma. Se trata, además, de construir relatos y de entender el tono textual como una parte primordial del contenido. Tonos formales o informales, tonos amables, tonos dinámicos o dramáticos, tonos divulgativos y/o informativos, tonos cómicos o, simplemente, encontrar la mejor manera de transmitir nuestro buen humor... Una lucha entre lo que queremos decir y cómo lo queremos decir. Razón versus emoción.

Denominamos storytelling al arte de construir una historia, un relato. Tu relato o el de la marca o producto que representas. En ese sentido, la comunicación en redes sociales adolece, en extremo, de lenguajes procedentes de la publicidad tradicional, siendo el territorio ideal para establecer otro tipo de relación comunicativa con el público o cliente potencial: la bidireccionalidad. Y no es solo preocuparse por un copy, sino establecer sinergias con ese público a través de nuestras reacciones a sus comentarios.

A veces el relato se construye dando las gracias o pidiendo disculpas, tan solo, y no abusando del “¡Extra, extra!”, “¡Vendo, vendo!”, “¡Oferta oferta!” o “¡Promo, promo!”. Por algo la publicidad se inserta como una pausa en el relato que estamos “comprando” en ese momento, sea una película, una serie, una revista, un periódico, un programa de radio o un paisaje natural o urbano. Es pausa.

Por otra parte, llamamos copywriter o redactor/a  a la persona que se encarga de redactar los textos o copies de las marcas en el entorno publicitario, muy asociados al entorno puramente digital. Su trabajo consiste en construir buenos textos que logren objetivos concretos o generales. A veces, “simplemente” la idea, y siempre, el tono, lo que incluye la elección de las palabras. Mucho se habla del poder de la imagen, fija o en movimiento, y poco del poder inmenso del lenguaje escrito, y de esa falta de preocupación han surgido inmensas cagadas publicitarias en forma de post en redes sociales... pero eso lo dejamos para otro momento.