Como algunos y algunas recordaréis, “Reality Bites” (Bocados de Realidad) es una película estadounidense estrenada en el año 1994 y protagonizada por Winona Ryder y Ethan Hawke. En ella, su protagonista es una ayudante de producción en un programa matinal de televisión que sueña con ser directora de cine. Mientras llega su gran oportunidad, rueda un vídeo de sus amigos en los que estos hablan de su realidad cotidiana, sus ambiciones y su falta de expectativas. Se trata de una obra de carácter claramente generacional, aunque nunca fue considerada una obra que supusiese el testimonio definitivo de la llamada Generación X.
Y es que el cine ha tratado, en múltiples ocasiones y de diferentes formas, el mundo de la realidad - nuestra concepción de lo que es real para ser más exactos – llegando a explorar también, con mayor o menor fortuna, el futuro de nuestra realidad. Y como hoy os vamos a hablar de las nuevas realidades digitales, permitidnos que transformemos esos bites, o sea, esos bocados, en bytes, que vienen siendo unas unidades de información utilizadas en informática y en telecomunicaciones que están compuestas generalmente de ocho bits. Como bien sabéis, ya hace tiempo que convivimos con ellos a diario y forman parte de nuestra tozuda realidad, eso está claro.
Siguiendo con el tema del cine, que desde su propio surgimiento, de igual manera que venía ocurriendo en el ámbito literario, se ha esforzado en recrear cómo podría llegar a ser nuestro futuro imaginando avances tecnológicos que nos permitirían viajar a través de las galaxias o del propio tiempo, advirtiendo contra los peligros de las invasiones marcianas o de las sociedades totalitarias, o relatándonos diferentes hecatombes planetarias, tenemos que decir que nadie, pero nadie, se ha imaginado nunca que a partir de un simple teléfono - invento que en origen nos permitía hablar a distancia gracias a millones de cables instalados por tierra, mar y aire - podríamos acercarnos a un cartel promocional, a un folleto o a un mupi en los que alguien ha incrustado un código QR y, gracias a una aplicación instalada en nuestro smarthphone, acceder a un espacio web con información de todo tipo - fotos, vídeos, programaciones, ubicaciones, bios, enlaces para adquirir entradas o productos… - y realizar desde allí cualquier acción que deseemos en ese mismo preciso momento. ¡Cómo ha cambiado el cuento!
Realidad aumentada
Y esto de lo que os estamos hablando es un buen ejemplo de lo que llamamos Realidad Aumentada, esto es, esa tecnología que nos permite superponer elementos virtuales sobre nuestra visión de la realidad física. Por eso, uno de los campos donde su uso está alcanzando un mayor auge es en el del turismo, por ejemplo, ya que podemos materializar esta aplicación en forma de guías virtuales que nos permiten acceder a información relacionada con el patrimonio, la gastronomía, la oferta hotelera o lo que sea. Y todo ello sin necesidad de andar cargando con decenas y decenas de folletos en tres, cuatro, cinco o seis idiomas.
Otro ejemplo exitoso de la implantación normalizada de la Realidad Aumentada ha surgido a raíz de la pandemia de la Covid-19 y ha venido en forma de menús de restaurantes, mesones, tabernas o casas de bebidas y comidas en general donde, gracias a sus benditos códigos QR, hemos podido eliminar de nuestras vidas la clásica carta física como medida sanitaria y preventiva para evitar posibles contagios por contacto. ¡Y esto ha sido muy bueno para todos y todas!
Realidad virtual
Paralelamente a la Realidad Aumentada camina la Realidad Virtual, pero no es lo mismo en absoluto ya que, básicamente, consiste en el diseño e implementación de un entorno de escenas y objetos de apariencia real —generado mediante tecnología informática— que crea en los usuarios/as la sensación de estar inmersos en él. Para poder disfrutar de dicho ámbito inmersivo se precisa contar con diferentes dispositivos como las gafas o los cascos de Realidad Virtual. La ciencia—ficción ya nos ha hablado de esto en obras como Minority Report pero lo cierto es que es una tecnología totalmente mimetizada con nuestra vida diaria a través de los videojuegos, la medicina, la cultura, la arquitectura o la educación, por citar unos buenos ejemplos.
Un caso exitoso en el uso de esta tecnología aplicada a una empresa es el del Hotel AC Barcelona Forum, líder en celebración de congresos, conferencias y actos a nivel europeo y pionero en el uso de la Realidad Virtual para enseñar a sus potenciales clientes sus salas, restaurantes, cafeterías y zonas de relax. Además de esto, sus clientes de congresos y ferias pueden vivir diferentes experiencias inmersivas. ¡Todo un detallazo! Pero también se están dando usos muy provechosos en el sector del automóvil (Lexus o Ford), en el inmobiliario o el de las agencias de viajes.
Y no queremos finalizar este post sin hacer una pequeña mención a otras creaciones/realidades digitales, como son las imágenes generadas por ordenador conocidas como CGI, Computer Generated Imagery, y que vienen siendo el resultado de la aplicación de la infografía, y más específicamente de los gráficos 3D generados por computadora, en las artes, los videojuegos, las películas, los programas y anuncios de televisión, las animaciones, los simuladores en general o los medios impresos. Y a esto bien podríamos llamarle Realidad Simulada… pero casi lo dejamos para otro momento, otro artículo u otro verano.